Análisis de resultados preliminares de la monitorización

El diseño experimental del proyecto QUF consta de 64 árboles de las especies Pinus pinea y Quercus illex distribuidos en 4 parcelas de control en donde se aplican los tratamientos. En cada parcela se repiten los 4 tratamientos a ensayar:

  1. Testigo: Planta de una savia en contenedor
  2. Retenedor: Planta de una savia en contenedor y distribución en el hoyo de plantación un retenedor de polímero.
  3. Micorrizas
  4. Micorriza más retenedor: se utiliza planta inoculada y al hoyo de plantación se incorpora un retenedor de polímero.
     

Recogida de datos de monitorización
El periodo de observación hasta la fecha abarca desde Septiembre de 2014 hasta Noviembre del 2016. Durante este periodo hemos estado recogiendo datos de humedad y temperatura a 2 profundidades (20 y 40 cm.) cada media hora de esos 64 árboles. Adicionalmente hemos recogido datos de clima también cada media hora.

El número de observaciones acumuladas con fecha 1 de Diciembre de 2016 es de 2.269.272 según se ve en la siguiente gráfica. Hubo un periodo de varios días en Agosto del 2015 en donde no se recibieron datos por un problema en la red de comunicaciones:

Figura 1: Número de observaciones

Adicionalmente se han recogido datos de supervivencia que se comentarán más adelante.

Modelo de análisis
El modelo de análisis que estamos proponiendo es el siguiente:


Figura 2: Modelo de análisis

El clima se va extremando con lluvias torrenciales más frecuentes. Por tanto, si existe un efecto de los tratamientos en la absorción del agua, se debería observar una mayor humedad en el terreno al usar los tratamientos lo que derivaría en mayores tasas de supervivencia y un mejor crecimiento de la planta. También esperamos que los tratamientos incidan en un aumento en la biomasa vegetal.

Información pluviométrica
En cuanto a la información pluviométrica cabe reseñar la irregularidad de las precipitaciones respecto a las medias del periodo histórico de 1981 a 2010.  En particular son destacables los importantes aportes recibidos durante el otoño de 2014 así como la extraña ausencia de precipitaciones importantes durante el mes de Mayo de 2015, compensada por el atípico aporte del mes de Junio. El verano de 2015 fue muy seco. También destacan las anormales aportaciones del mes de Enero de 2016 y la escasez en Mayo de 2016. Por último, el otoño de 2016 calca las pautas del año anterior.


Figura 3: Lluvia acumulada mensual

Si observamos las precipitaciones diarias se observa la fuerte irregularidad y concentración de las mismas, con muchos días sin precipitación y otros con precipitaciones superiores a los 10 litros por día con picos superiores a los 40 litros en media hora.


Figura 4: Precipitación instantánea (mm. por media hora)

 

Información térmica
El análisis de temperatura muestra que estamos en un periodo sin grandes diferencias medias con respecto al periodo histórico 1981-2010. Como observamos en el gráfico, los valores de temperatura media prácticamente coinciden en su evolución, así como los máximos y mínimos medios mensuales.

Figura 5: Temperaturas mensuales en comparación con el histórico

Influencia del tratamiento en la absorción de lluvia por el terreno tras una lluvia
Es interesante analizar si los tratamientos permiten aumentar la capacidad de retención del agua tras los episodios torrenciales. Observamos que, efectivamente, los tratamientos permiten aumentar la capacidad de retención de agua del suelo, tanto a 20 como 40 cm, en las horas posteriores a una lluvia torrencial, particularmente cuando el terreno está seco. El efecto cuando el terreno está seco es especialmente intenso en las más homogéneas parcelas 2 y 3.

Figura 6: Cambio en la humedad del suelo en las 24 horas posteriores a una lluvia de 10 mm.

El efecto de la intensidad de lluvia en la humedad edáfica
Los fenómenos de precipitación torrencial son los que más volumen aportan al agua almacenada en el periodo. Durante la estación otoñal e invernal los aportes de agua no han sido torrenciales haciendo que el descenso de humedad del horizonte superficial (sonda a 20 cm) sea paulatino y homogeneizando el suelo en su conjunto. Sin embargo, en el caso de aguaceros y tormentas copiosas (como las de Junio y Noviembre de 2015), se observa que el suelo no es capaz de retener la humedad, filtrando rápidamente hacia los horizontes inferiores.


Figura 7: Humedad media a 20 y 40 cm.

Humedad observada a 20 y 40 cm. de profundidad a escala parcela de control
Dentro del experimento se ha encontrado una alta variabilidad interparcelar en cuanto al comportamiento de la humedad, propiciado por la preparación del terreno realizada y la orografía de la parcela. Si bien las parcelas 2 y 3 presentan tendencias similares, la parcela 1 presenta un contenido de arena más elevado propiciando una mayor infiltración hacia sub-suelo. En el horizonte inferior, la parcela 4 muestra valores de humedad sistemáticamente por debajo de la media de las parcelas 1, 2 y 3. En estas tres parcelas, la preparación del terreno (subsolado y adición de áridos fue intensa), mientras que en la parcela 4 no se realizaron aportes de áridos dada el buen estado y textura del suelo.